Como habíamos visto en la entrada de invasoras, el mapache es ya una de las que tenemos que controlar en la medida de lo posible en nuestro país. De hecho, no sólo se limita a la península, sino que sus poblaciones también están creciendo en las islas. Y, aunque la imagen de Mico, de Pocahontas, nos deje una idea "adorable" de este animal, lo cierto es que tiene consecuencias muy importantes (y negativas) para un lugar que no sea el suyo natural.

Hace unos días se ha capturado un mapache en la Sierra de Tramontana, en Mallorca. En esta isla, el mapache no tiene ningún depredador y, con una camada de más de tres crías al año, cabe pensar que pronto crecerá mucho su población. Su dieta omnívora hace que resulte un peligro para muchas especies distintas, a lo que hay que sumar que en las islas, el impacto de las invasoras es mucho mayor ya que son territorios más aislados que no pueden reponer de forma natural poblaciones de otras especies o permitir la huída de las que ya están allí.